viernes, 15 de abril de 2011

UBUD (primer día)

Mi casero me ha preparado dos panckakes enrollados con plátano que estaba buenísimo y un plato variado de frutas, con melón, papaya, sandía, piña y plátano. Me he cargado de energía para ir a pasear. Inocente de mí… no sabía el día que me esperaba.
Empiezo mi caminata por la calle Monkey Forest para arriba hasta Jl Raya Ubud  y giro a la izquierda hacia  Jl Raya Campuan. Hoy mi objetivo es Penestanan. Es un sitio muy bonito, casas muy chulas y muy caras, vegetación y un riachuelo que se llama Sungai Blangsuh, me han picado un montón de mosquitos, he pasado mucha calor y he leído la poca descripción de historia de Bali que hay en mi guía. He entrado en un super muy cutre y he comprado una botella de agua. Fuera de los supers acostumbra a haber una mesa con sillas, me he sentado en una de ella y he empezado a mirar el mapa de Ubud en la guía. Pasa uno y otro y me hace la retórica de preguntas de cada día: “De dónde eres?” “¿De dónde vienes?” “Dónde estás?” “¿Cómo te llamas?” “Cuantos días llevas en Bali?” … y muchas más, si en cinco minutos cogen confianza ya pasamos a “¿Cuántos años tienes?” “¿estás casada?” “por qué no estás casada?” “¿los hombres en España no son de buena calidad?”, etc.
Un chico jovencito se ha sentado en mi mesa a fumarse un cigarro y a echarme una mano con el mapa de Ubud y de Bali. Me ha dicho que hay un sitio muy bonito cerca, que es el que yo estaba buscando realmente, dice que me acompaña con la moto, que le viene de paso. Aix! Ya estamos! Pero bueno, da igual, que me lleve, no se puede estar siempre diciendo que no a todo y menos si es mi objetivo de hoy.
Lo que esta mañana tenía que ser un paseo ha resultado ser una excursión de tres horas. El sitio es precioso, hemos ido por entre terrazas de arroz y hemos visto el río Sungai Ayung, el paisaje es espectacular, esta es la zona de Bali que deseaba conocer, pura naturaleza. La magia de Bali reside flotando en el aire que respiras. Hemos comido en un sitio local, gado gado, por fin algo bien de precio! Es que aquí en Ubud son prohibitivos.
Pero eso sí, que no falte la siesta, que después del trote de hoy me la merezco, aunque últimamente estoy durmiendo diez horas diarias.
 La visita de hoy a la tarde ha sido a Monkey Forest, el precio es de 20.000 IDR. Es un bosque con árboles y vegetación frondosa, muy fresco, lleno de monos de todas las medidas. Al principio del bosque te venden plátanos para darles de comer a los primates. Hay que ir con cuidado porqué los monos son muy monos, viva la redundancia, pero son animales y a veces agresivos, tal es que he visto que le mordían a dos personas. La gente se atreve mucho con ellos, les da comida, los quiere coger y tocarlos, creo que es un poco arriesgado. Había un chico paseando con una botella de agua grande, ha venido un mono por detrás y se la ha quitado, el chico ha intentado recuperarla y el mono le ha enseñado los dientes y ha hecho amago de morderlo. Se ha llevado la botella un poco más alta, le ha quitado el tapón y se ha puesto a beber agua.
Hay unas escaleras que llevan hasta el río, es muy bonita esta zona y sin monitos incordiantes.
Por la tarde, cuando se ha puesto el sol he vuelto para casa a merendar mis galletas de chocolate preferidas de aquí, las “Good Time”. Cuando se pone el sol es la hora del baño, mi casero y los muchachos de alrededor se vienen a duchar aquí, pues nada, no sabéis los ruidos guturales que se marcan, es increíble, un día de estos les va a salir los pulmones por la boca. 














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