martes, 11 de octubre de 2011

LA INCONFORMIDAD


            Cada uno tenemos una ilusión, o varias, muchas veces nos parecen inalcanzables, una locura. La inconformidad hace que nos movamos para conseguir nuestra meta y con ello llegar a realizar nuestros sueños y fantasías.
Contraproducentemente este sentimiento hace mella en lo que estoy viviendo en tiempo presente y no me deja disfrutar del aquí y ahora. Al presente no le doy la consideración que se merece por que lo bueno siempre está por venir, estoy luchando por un futuro sin prestar atención al presente.
            Cuando ya he alcanzado algo automáticamente mi mente ya busca otro objetivo. ¿Valoro lo suertuda que soy al tener la oportunidad de poder realizar mis sueños?
            Después de lograr lo que quería, si ha sido fácil, quedo decepcionada y anhelo algo más grande, un reto más imposible, algo que creo inalcanzable, por esto me atrae. Cuando lo consigo es posible que piense que no era tan bueno como imaginaba.
            Muchas cosas que tengo es un logro alcanzado, con el tiempo deja de ser importante. Tengo que tener la capacidad de ser agradecida y saber valorarlo.
            Tengo que llevar un poco de conformidad a mi vida. No hay que caer en la absurda comparación de que conformidad es igual a mediocridad, para mi, parte de la conformidad va relacionada con la estabilidad emocional, con la aprobación, con el acuerdo, la armonía y la paz.
QUE LO IRREAL SE VUELVE REAL, Y CUANDO SEA REAL VALORAR LO GRANDE QUE ES.

lunes, 10 de octubre de 2011

CAVATAST


El Cavatast de celebra en Sant Sadurní d’Anoia, capital del cava (Barcelona). Este año a sido del 7 al 9 de octubre, la XV edición de la Muestra de Caves y Gastronomía.
            Se instalaron 44 estands en la Rambla de la Generalitat donde todos los que quisieron pudieron degustar el mejor cava, gastronomía, chocolates y dulces de la zona.
            El funcionamiento era muy fácil, tenías que ir al estand de venda de tickets, comprar el que mas se ajustara a tus deseos y disfrutar del ambiente y la compañía.

Precios:
Ticket degustación: 6,00 € incluye 1 copa de cava grabada y 4 tickets de degustación de cava.
Charcutería: 3,00 €
Restaurante: 5,00 €
Pastelería y chocolates: 3,00 €

            Este año como innovación había instalado la Tienda del Cavatast, en la cual podías comprar los productos de los estands.
Degustamos algunos cavas acompañados por una lasaña de alcachofa y bechamel de gambas, delicioso, con los mejores anfitriones.
Laia, Josep, Ari, Jordi, Monica i Armando.
Gracias.
http://www.cavatast.cat/bloc 







miércoles, 5 de octubre de 2011

Dos meses después de volver a casa…


Hace casi un año que decidí irme de viaje seis meses por el sur-este asiático ¿Por qué? I don’t know. Sólo sabía que quería irme, era una inquietud que tenía dentro de mí, la palabra que lo define es descubrir ¿el qué? I don’t know.
Algunos días antes de mi partida mi tía me dijo que a ella no tenía miedo que yo me fuera de viaje, lo que pensaba que sería duro sería cuando volviera. En ese momento no entendí porque pensaba eso, ya me había ido anteriormente de vacaciones a países exóticos, esta vez simplemente me iba más tiempo, además yo era muy feliz con mi vida y cuando volviera seguiría todo en el mismo punto en el que lo dejé. Fui una ingenua. Cuando tomé la decisión de irme no tenía ni idea, no me imaginé, no pensé en cómo sería ni cómo me sentiría cuando volviera.

El shock inicial entre España y Asia es muy fuerte, partiendo de lo mas fácil, la elevada temperatura, la humedad, la comida picante, los alojamientos sin persianas, humildes, con algún intruso como cucarachas o otros insectos y baños compartidos, el cambio horario que en algún país a las 18.00 h. ya era de noche y a las 5.00 de la mañana ya empezaba a despuntar el sol, el idioma que sería el inglés en el caso que lo conocieran sino pues el autóctono del país o el universal que es una sonrisa y gesticulaciones, la música, los olores, y siguiendo por lo mas impactante, la cultura, la religión budista o musulmana, la estructura social matriarcal, la mujer es la que trabaja duro en la obra, en el campo y el hombre ve la vida pasar pero es el que tiene todo el poder, la manera de pensar, de sentir y querer.

Cuando estaba viajando, disfrutando y viviendo cada día no me daba cuenta lo que estaba sucediendo en mi interior.
Dentro de mí estaba naciendo otra persona. Una persona que hablaba, pensaba, sentía y soñaba en inglés, que cogía vuelos cada dos por tres, el check in y check out en las guest house era cada dos o tres días, por lo tanto cada dos o tres días armaba de nuevo la mochila y cambiaba de “casa”, una persona que cultivaba su paciencia tras largas horas de espera en una estación de bus perdida en la nada rodeada de personas que me resultaban extrañas y yo les resultaba extraña a ellos, una persona que llegaba a una ciudad nueva, debajo del sol, con la mochila de 13 Kg en la espalda y 4 kg delante y empezaba a caminar por quien sabe dónde buscando un alojamiento decente, una persona que ha aprendido a estar sola y disfrutar de ello, o compartir las 24 horas con mas viajeros, una persona capaz de vivir rodeada de gente nueva y sentirla como su familia.
Nació una persona nueva dentro de mi pero solo me di cuenta que existía cuando volví. Un viaje tan intenso te cambia para siempre.

Hace dos meses que he vuelto a “mi país” de origen. Y creo que tengo algo que llaman síndrome del viajero eterno o mas científicamente hablando el choque cultural inverso.

Las primeras dos semanas a mi vuelta solo pensaba en irme otra vez para Asia, tenía el recuerdo reciente de mis mejores amigos allí, Celia que era mi amiga, estaba Lluis que era una persona con el corazón enorme, que lo daba todo por nada, la parte espiritual que nos faltaba y para terminar Jose, mi hermano, cada día me hacía reír de verdad, des del estomago, unos fiesteros. Yo estaba aquí y ellos se reencontraban en Filipinas. Me moría de ganas de volver. Incluso echaba de menos hablar inglés.
Me gustaría que las personas y experiencias que allí tuve se queden en mi recuerdo pero en una parte, no activa, no quiero pensar en ello cada día cuando me levante por la mañana o a la noche al acostarme.
Me pasaba ratos llorando, me preguntaba ¿Qué hago aquí? ¿Por qué he vuelto?
Está claro por que volví, porque tenía una excedencia de 6 meses y tenía que incorporarme al trabajo, sino aun estaría allí dejando que el país y la vida me sorprendieran.
El ser “nómada” y no tener rumbo fijo, cambiar de país constantemente, vivir en un sueño, es mucho más gratificante que las responsabilidades. Pero la felicidad absoluta por lo nuevo solo dura un tiempo ya que también se crea una “rutina nómada” que con el tiempo se vuelve igual y se impone como forma de vida la cual también deja de sorprenderte o no te llena tanto como lo hacía al principio. La primera cascada, la primera salida del sol, el primer atardecer, la primera playa increíblemente virgen y paradisíaca, con el tiempo ya es lo normal, y lo normal también cansa.

Ahora que ya ha pasado más tiempo me siento mejor pero sigo en proceso de adaptación. Aún no he encontrado esa vida feliz que deje hace 8 meses.
Me siento encerrada en una oficina cuando estaba acostumbrada a cada día descubrir algo nuevo que me fascinaba, un templo, el cráter de un volcán, una playa paradisíaca nadando con una tortuga o un tiburón, por supuesto no se puede comparar a estar 8 horas delante de un ordenador.
Cuando salgo de la oficina no se que hacer, donde ir, estoy indecisa sin saber lo que quiero, lo que espero, lo que me gustaría encontrar aquí, en “casa”.

Las últimas semanas del viaje pensaba en como sería mi nueva vida at home, como gestionaría las cosas y, en desacuerdo con advertencias de amigos que ya habían pasado por lo mismo, me sentía contenta de volver y poder aplicar todo lo que había aprendido a mi vida de antes, a mi vida real. La decepción es que es imposible aplicar nada de lo que aprendí aquí, es otro ritmo de vida, otros pensamientos, soy incapaz de poderlo fusionar. Siento desilusión.

Pocos días antes de coger el vuelo de vuelta a casa pensé que mi inquietud para viajar se acabaría con este viaje, que después de seis meses ya habría quemado esa etapa, pero no es así, es lo contrario avivas mas el fuego por que te das cuenta que el mundo es grande pero todo esta a nuestro alcance, podemos descubrir el mundo si queremos y falta mucho para aprender.

Cuando cogí el vuelo de vuelta a casa, Bangkok- Istanbul, Istanbul - Barcelona, en principio, era un vuelo mas, igual que los anteriores, pero recuerdo que cuando el avión estaba aterrizando en Istanbul empecé a llorar y llorar, era cierto, estaba volviendo, mi viaje había acabado y no tenía la libertad o el poder para poder cambiarlo, se me escapaba de las manos, yo quería seguir en Asia pero ya no había vuelta atrás ya estaba camino a Barcelona.
Me siento que soy una “backpacker”, tan común y fácil en mi viaje y tan extraño e imposible aquí.

Cuando vuelves tras una larga temporada fuera sientes un desarraigo que no entiendes y necesitas tiempo para reajustarte a la realidad cotidiana. ¿Qué pasa cuando lo conocido parece desconocido? Te sientes un extraño en tu propia cultura y en tu antigua forma de vida. Antes era feliz con lo que hacía. Ahora hago lo mismo ¿porque no me siento igual que antes? Creé unas expectativas y cuando vi la realidad me decepcioné. En algún momento tendré que comprender el entorno en el que vivo y hacer de este sitio mi hogar. Tengo que volver a encajar pero es difícil volver a empezar sin tener el deseo de volver a irme, es difícil volver a la realidad.

Intento llevar el ritmo de vida de aquí pero va mas acelerado que yo, yo voy como en relentí, intento entender lo que esta pasando a mi alrededor, intento saber lo que quiero pero me siento confundida y indecisa, es la primera vez en mi vida que siento indecisión.

Cuando volví a casa no esperaba haber cambiado tanto, tenía que haberme concienciado en que tendría que readaptarme, y que no sería fácil. Al principio todo cuesta, incluso lo más simple ¿pero cuanto tiempo es “al principio”? ¿Días? ¿Meses? ¿Años?
Me aconsejan que tenga paciencia, que me lo tome con calma pero hay algo que me quema, necesito que los días pasen mas deprisa y encontrar lo que busco, pero no sé lo que es.

Siento que he subido hasta la luna y que ya no puedo bajar de ella pero mi mundo esta en el planeta tierra y yo solo quiero mirar arriba… y volar… pero no tengo alas para volar, las alas del dejé cuando subí al avión de vuelta a casa.

Gemma

Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir.
                   Gregorio Marañon