miércoles, 5 de octubre de 2011

Dos meses después de volver a casa…


Hace casi un año que decidí irme de viaje seis meses por el sur-este asiático ¿Por qué? I don’t know. Sólo sabía que quería irme, era una inquietud que tenía dentro de mí, la palabra que lo define es descubrir ¿el qué? I don’t know.
Algunos días antes de mi partida mi tía me dijo que a ella no tenía miedo que yo me fuera de viaje, lo que pensaba que sería duro sería cuando volviera. En ese momento no entendí porque pensaba eso, ya me había ido anteriormente de vacaciones a países exóticos, esta vez simplemente me iba más tiempo, además yo era muy feliz con mi vida y cuando volviera seguiría todo en el mismo punto en el que lo dejé. Fui una ingenua. Cuando tomé la decisión de irme no tenía ni idea, no me imaginé, no pensé en cómo sería ni cómo me sentiría cuando volviera.

El shock inicial entre España y Asia es muy fuerte, partiendo de lo mas fácil, la elevada temperatura, la humedad, la comida picante, los alojamientos sin persianas, humildes, con algún intruso como cucarachas o otros insectos y baños compartidos, el cambio horario que en algún país a las 18.00 h. ya era de noche y a las 5.00 de la mañana ya empezaba a despuntar el sol, el idioma que sería el inglés en el caso que lo conocieran sino pues el autóctono del país o el universal que es una sonrisa y gesticulaciones, la música, los olores, y siguiendo por lo mas impactante, la cultura, la religión budista o musulmana, la estructura social matriarcal, la mujer es la que trabaja duro en la obra, en el campo y el hombre ve la vida pasar pero es el que tiene todo el poder, la manera de pensar, de sentir y querer.

Cuando estaba viajando, disfrutando y viviendo cada día no me daba cuenta lo que estaba sucediendo en mi interior.
Dentro de mí estaba naciendo otra persona. Una persona que hablaba, pensaba, sentía y soñaba en inglés, que cogía vuelos cada dos por tres, el check in y check out en las guest house era cada dos o tres días, por lo tanto cada dos o tres días armaba de nuevo la mochila y cambiaba de “casa”, una persona que cultivaba su paciencia tras largas horas de espera en una estación de bus perdida en la nada rodeada de personas que me resultaban extrañas y yo les resultaba extraña a ellos, una persona que llegaba a una ciudad nueva, debajo del sol, con la mochila de 13 Kg en la espalda y 4 kg delante y empezaba a caminar por quien sabe dónde buscando un alojamiento decente, una persona que ha aprendido a estar sola y disfrutar de ello, o compartir las 24 horas con mas viajeros, una persona capaz de vivir rodeada de gente nueva y sentirla como su familia.
Nació una persona nueva dentro de mi pero solo me di cuenta que existía cuando volví. Un viaje tan intenso te cambia para siempre.

Hace dos meses que he vuelto a “mi país” de origen. Y creo que tengo algo que llaman síndrome del viajero eterno o mas científicamente hablando el choque cultural inverso.

Las primeras dos semanas a mi vuelta solo pensaba en irme otra vez para Asia, tenía el recuerdo reciente de mis mejores amigos allí, Celia que era mi amiga, estaba Lluis que era una persona con el corazón enorme, que lo daba todo por nada, la parte espiritual que nos faltaba y para terminar Jose, mi hermano, cada día me hacía reír de verdad, des del estomago, unos fiesteros. Yo estaba aquí y ellos se reencontraban en Filipinas. Me moría de ganas de volver. Incluso echaba de menos hablar inglés.
Me gustaría que las personas y experiencias que allí tuve se queden en mi recuerdo pero en una parte, no activa, no quiero pensar en ello cada día cuando me levante por la mañana o a la noche al acostarme.
Me pasaba ratos llorando, me preguntaba ¿Qué hago aquí? ¿Por qué he vuelto?
Está claro por que volví, porque tenía una excedencia de 6 meses y tenía que incorporarme al trabajo, sino aun estaría allí dejando que el país y la vida me sorprendieran.
El ser “nómada” y no tener rumbo fijo, cambiar de país constantemente, vivir en un sueño, es mucho más gratificante que las responsabilidades. Pero la felicidad absoluta por lo nuevo solo dura un tiempo ya que también se crea una “rutina nómada” que con el tiempo se vuelve igual y se impone como forma de vida la cual también deja de sorprenderte o no te llena tanto como lo hacía al principio. La primera cascada, la primera salida del sol, el primer atardecer, la primera playa increíblemente virgen y paradisíaca, con el tiempo ya es lo normal, y lo normal también cansa.

Ahora que ya ha pasado más tiempo me siento mejor pero sigo en proceso de adaptación. Aún no he encontrado esa vida feliz que deje hace 8 meses.
Me siento encerrada en una oficina cuando estaba acostumbrada a cada día descubrir algo nuevo que me fascinaba, un templo, el cráter de un volcán, una playa paradisíaca nadando con una tortuga o un tiburón, por supuesto no se puede comparar a estar 8 horas delante de un ordenador.
Cuando salgo de la oficina no se que hacer, donde ir, estoy indecisa sin saber lo que quiero, lo que espero, lo que me gustaría encontrar aquí, en “casa”.

Las últimas semanas del viaje pensaba en como sería mi nueva vida at home, como gestionaría las cosas y, en desacuerdo con advertencias de amigos que ya habían pasado por lo mismo, me sentía contenta de volver y poder aplicar todo lo que había aprendido a mi vida de antes, a mi vida real. La decepción es que es imposible aplicar nada de lo que aprendí aquí, es otro ritmo de vida, otros pensamientos, soy incapaz de poderlo fusionar. Siento desilusión.

Pocos días antes de coger el vuelo de vuelta a casa pensé que mi inquietud para viajar se acabaría con este viaje, que después de seis meses ya habría quemado esa etapa, pero no es así, es lo contrario avivas mas el fuego por que te das cuenta que el mundo es grande pero todo esta a nuestro alcance, podemos descubrir el mundo si queremos y falta mucho para aprender.

Cuando cogí el vuelo de vuelta a casa, Bangkok- Istanbul, Istanbul - Barcelona, en principio, era un vuelo mas, igual que los anteriores, pero recuerdo que cuando el avión estaba aterrizando en Istanbul empecé a llorar y llorar, era cierto, estaba volviendo, mi viaje había acabado y no tenía la libertad o el poder para poder cambiarlo, se me escapaba de las manos, yo quería seguir en Asia pero ya no había vuelta atrás ya estaba camino a Barcelona.
Me siento que soy una “backpacker”, tan común y fácil en mi viaje y tan extraño e imposible aquí.

Cuando vuelves tras una larga temporada fuera sientes un desarraigo que no entiendes y necesitas tiempo para reajustarte a la realidad cotidiana. ¿Qué pasa cuando lo conocido parece desconocido? Te sientes un extraño en tu propia cultura y en tu antigua forma de vida. Antes era feliz con lo que hacía. Ahora hago lo mismo ¿porque no me siento igual que antes? Creé unas expectativas y cuando vi la realidad me decepcioné. En algún momento tendré que comprender el entorno en el que vivo y hacer de este sitio mi hogar. Tengo que volver a encajar pero es difícil volver a empezar sin tener el deseo de volver a irme, es difícil volver a la realidad.

Intento llevar el ritmo de vida de aquí pero va mas acelerado que yo, yo voy como en relentí, intento entender lo que esta pasando a mi alrededor, intento saber lo que quiero pero me siento confundida y indecisa, es la primera vez en mi vida que siento indecisión.

Cuando volví a casa no esperaba haber cambiado tanto, tenía que haberme concienciado en que tendría que readaptarme, y que no sería fácil. Al principio todo cuesta, incluso lo más simple ¿pero cuanto tiempo es “al principio”? ¿Días? ¿Meses? ¿Años?
Me aconsejan que tenga paciencia, que me lo tome con calma pero hay algo que me quema, necesito que los días pasen mas deprisa y encontrar lo que busco, pero no sé lo que es.

Siento que he subido hasta la luna y que ya no puedo bajar de ella pero mi mundo esta en el planeta tierra y yo solo quiero mirar arriba… y volar… pero no tengo alas para volar, las alas del dejé cuando subí al avión de vuelta a casa.

Gemma

Vivir no es sólo existir,
sino existir y crear,
saber gozar y sufrir
y no dormir sin soñar.
Descansar, es empezar a morir.
                   Gregorio Marañon

4 comentarios:

  1. Vida!! m'encantaría estar a prop teu! Recorda que "viure" a Asia no es el mateix que viatjar-la...I no poden viatjar de manera indefinida. Crea la teva nova vida nena!

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  2. Dons sí, jo et deia que em feia més por quan tornessis que el marxa en sí. Són cultures diferents, gents diferent, els nens tot i que són nens també són diferents, fins i tot l'olor del país és diferent. És normal, com tú dius el món és molt gran i hi ha de totes les formes de tots el colors, de totes les religions, de totes les cultures... Però quina raó que té la Celia, no es pot viatjar de forma indefinida, no es pot ser un trotamóns eternament,no? Com també diu la Celia una cosa es viatjar per Asia i l'altre és viura-hi. Suposo que encara estás desubicada i que les coses que abans per tú tenian un valor ara en tenen un altre. T'han canviat les prioritats i els valors. Durant tot aquest temps has estat amagatzaman sentiments, vivencies, records, valors... un sinfin de coses que t'han fet canviar. Però que ha pasat? que quan has tornat a "casa" tú has portat tot aquest vagatge nou, però t'has trovat que aquest vagatge aqui no et té els mateixos resultats entre les persones i el món en que et vellugues. Però no oblides que tots nosaltres continuem sent els mateixos i amb els mateixos valors que quan vas marxa, ets TÚ la que ara no ens veus igual i no trovas el que potser voldries trovar per sentirte bé. Si mires enrrera ja veuras que com el que et dic és veritat nosaltres som els mateixos però a tú les experiències t'han canviat. No sé el que realment trovas a faltar i potser com tú dius esperes i no saps el qué. Pensa que jo he acabat en una teoria molt simple però dintre de les meves experiencies aixis ho veig: " a tot arreu hi ha de tot i res és perfecta" Pensa en les coses bones de Asia i comparales amb les d'aquí, arrufaras el nas quan pensis en les d'aquí. Però ara fes-ho a la inversa pensa en les coses bones que tens aquí i que allá mai ho podries tenir. Aqui hi ha una vida dura i falsa, però en aquest món tan... caotic, desastros, o digali l'adjectiu que vulguis també hi han persones que són diferents i que veuen les coses de diferent manera, no tothom és com la gent d'Asia ni tothom són destroiers de les grans ciutats. Crec que en aquest moment no troves el teu lloc, ni el que vols fer potser amb la teva vida?. NO,NO, no vulguis que els dies pasin més depresa, disfruta del que en aquests moments pasa per devant teu, que com que ara estas capficada no et deixa veura. No corris tan, per més que vulguis, els dies continuaran fen el seu curs sensa tenir en compta que tu vols que pasin depresa, les coses es posaran al seu lloc quan toqui, no es una feina que has de fer i si vas depresa ja la tindrás acabada, NO, es tracta de sentiments, d'algo molt més complicat, que per sort o per desgracia no funciona aixís. Aprofita la vida, aprofita els moments, aprofita el teu entorn i treuna lo bo que en puguis treura, disfruta dia a dia, moment a moment, perque quan acabi el dia d'avui no tindrem l'oportunitat de recuperal, l'haurem pasat per sempre; l'hagim aprofitat o l'hagim desperdiciat. En aquesta vida i en cada lloc sempra hi han coses que ens poden omplir només és questió de disfrutaro en cada part de nosaltres. Hi ha persones que aixó els hi costa molt d'aprendra o de saber veura així, jo n'he sigut una d'elles.
    No tinguis presa per trovar el teu camí o la teva ubicació quan sigui el moment t'arrivará, sigui a on sigui que et porti lo més important és que fagis el que tú realment vols fer i lo que realment et fagi feliç.
    T'ESTIMO

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  3. REsumiendo (y por que me pasó a mi después de casi 5 años viviendo en Asia) las cosas hay que verlas siempre con la perspectiva del tiempo y está claro que vuelves cambiado, pero solo tus circunstacias personales y laborales te indican si para mejor o para peor.
    Aprendes intangibles que luego quieres aplicar aquí pero no puedes, en fin, creo que lo más dificil de todo es volver a ser la persona que eras antes de marchar, pero sigo en ello.

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  4. Brutal, acabo de llegit l'escrit i espectacular. M'ha encantat, Gemma, i em part m'he sentit identificat.
    La meva sensació, el meu sentiment, és que estem aferrats en una terra, que a vegades no sentim la plena satisfacció a felicitat del dia a dia, si no tenim un alicient o un plan de vida prou interessant per sentir-nos realitzats.
    Cosa que si tenim quan estem viatjant per nous paísos i descobrint noves experiències cada dia.
    Com m'agradaria coneixe`t i parlar profundament amb tu d'aquest tema.
    Una abraçada.

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