Hoy ha amanecido nublado, lloviendo y con niebla, no se ve nada.
Hemos ido a desayunar al mismo sitio de ayer ya que la pastita caliente de chocolate, el té con sweet milk y el carboncito humeante no lo superada nada de por aquí.
Nuestro gran trabajo de hoy es recorrer la calle arriba y abajo en busca de los mejores postales de la ciudad, todas son absolutamente iguales pero el precio cambia un céntimo arriba un céntimo abajo y como no tenemos nada mejor que hacer…
Hemos ido a correos a preguntar el precio de los sellos, hemos comprado las postales y hemos ido a la habitación con nuestra calefacción a escribirlas.
Al mediodía, camino del restaurante hemos parado en el post office a comprar los sellos y nos vendían unos de más caros ¿? Por qué razón? No lo entendemos! Imagino que no nos quería estafar también ella, no? Creo que nos estamos volviendo un poco paranoicas.
Hemos ido a un restaurante muy bonito. La mesa de al lado del fuego a tierra estaba ocupada pero nos da igual les hemos pedido si podíamos compartir mesa y han aceptado, es que el frío es increíble, dentro de los establecimientos cuando hablas sale vaho como si estuvieras fumando.
La pareja de franceses con los que hemos compartido mesa nos han dicho que mañana seguiría el tiempo igual, y en un momento nuestras mentes han empezado a hacer cavilaciones y hemos actuado.
1. Hemos ido al hotel y hemos cambiado el día del vuelo de ida a Bangkok.
2. Hemos ido a la “estación de bus” y hemos comprado un billete de sleeping bus para hoy mismo a Hanoi, muy bien de precio 200.000 D vietnamitas (luego os explico por qué el precio es tan bueno).
3. Hemos vuelto al hotel, preparado la mochila, pagado e ido corriendo a buscar el sleeping bus.
Bueno pues nuestro bus está tan bien de precio porque es un bus local, estamos nosotras dos y todo lo otro son vietnamitas. En la primera fase del viaje nos han puesto en la tele sus videoclips que constan en dos enamorados, la chica casi siempre muere, o a veces son temas de celos y la chica guapa puede tirar por un acantilado a su mejor amiga paralítica por el amor de su Romeo, etc. La segunda fase del bus es cuando apagan la tele y ponen música “chumba chuma” a todo trapo y encienden las luces azules de discoteca. A los vietnamitas les suena todo el rato el móvil, hablan fuerte… ahora ya han apagado las luces, mi vecino de al lado está un poco costipadillo el pobre y no para de tirar zipis dentro de una bolsa de plástico, gggggrrrrrrrr Que asquito!! Hay gente durmiendo por el suelo, hay algunas goteras, alguien está fumando, etc. Aix! Que decir de este viaje en bus… la parada ha sido en un sitio remoto, los lavabo también eran comunitarios pero sin techo, había uno individual con paredes pero olía muy mal…
A las 6.00 a.m. hemos llegado a Hanoi.
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